Saturday, February 16, 2008

Un dialogo que paga la entrada al cine


Cuando llega la temporada de estreno de películas que están nominadas al premio de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (llamados popularmente los Oscar) aumentan las expectativas sobre los films que se encuentran con las mayores cantidades de postulaciones y que además poseen oportunidad de ganar en los rubros más importantes que vienen siendo cinco: mejor película, mejor director, actor en un rol principal, actriz en un rol principal, mejor guión (ya sea original o adaptado). Valga el comentario que una sola película en la historia ha ganado esas cinco categoría: The Silence of the Lambs de Jonnathan Demme.

Recientemente asistí a una función privada para ver la multipremiada película de los hermanos Cohen, No Country for Old Men (su traducción seria: No hay país para viejos, y por mercadotecnia llamada para Latinoamérica: Sin lugar para débiles). Este film posee 8 nominaciones a los Oscar incluyendo Mejor película y mejor director y ya gano dos Golden globes en los apartados de Actor de reparto y guión adaptado.

¿Que puede esperarse de las películas de los hermanos Cohen?

Siempre es un buen cine, actuaciones memorables, guiones interesantes, buenas locaciones. En pocas palabras directores con mucha experiencia y pocos baches a lo largo de su filmografía.

Entre sus filmes se encuentran desde comedias como Raising Arizona (1987 con un joven Nic Cage y Holly Hunter), The Big Lebowsky (1998 con Jeff Bridges, John Goodman, Steve Buscemi), O Brother, Where Art Thou? (2000 con George Clooney, John Turturro) hasta peliculas inclasificables como la ganadora de dos premios de la academía Fargo (1996 con Frances Mc Dormand, William H. Macy, Steve Buscemi), The Man Who Wasn't There (2001 con Billy Bob Thornton), The Ladykillers (2004 con Tom Hanks)

No Country for Old Men no es la excepción en cuanto a calidad cinematográfica, lamentablemente según mi criterio cae en baches de guión al sacar a relucir las desventajas de ser una persona mayor en una sociedad en constante evolución. Se podría decir que los ancianos o personas mayores salen mal parados en este film y existen escenas que podrían suprimirse sin ningún problema por su intrascendencia. Particularmente muy débil el sorpresivo final que genera duda en la audiencia liderizado por el viejo sheriff Bell del pueblo encarnado en la figura de Tommy Lee Jones.

Más sin embargo hay una escena al comienzo de la película que se podría decir que paga la entrada. Probablemente para personas poco detallistas sea una escena más del film, pero para cinéfilos dicta la pauta y su desenlace final. Esta escena es donde el psicópata asesino Anton Chigurh que es contratado para perseguir a un desafortunado cazador por hobbie, soldador de profesión y veterano de la guerra de Vietnam (Josh Brolin como Llewelyn Moss) esta echando gasolina en una estación en medio de desierto atendido por un viejo despachador que a su vez es su propietario por herencia.

Esa clásica interacción entre el desconocido que viene a recargar combustible y el encargado se ve aderezado por el pánico que le genera al viejo conversar con una personaje tan misterioso como el susodicho asesino el cual en medio del dialogo decide matarlo no sin antes probar su fortuna sin que el lo sepa.

Es un dialogo perfectamente elaborado y actuado que transmite al espectador la frialdad y principios con lo que trabaja Anton como protagonista fundamental del film. Esta actuación de Javier Bardem prácticamente le asegura un bien ganado Oscar como actor secundario.

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