
Estuve enfermo recientemente por unas semanas. Una maldita peste producto de un descuido que evoluciono de una sencilla gripe hasta convertirse en tos flemática plus gripe. Que ladilla.
El asunto es que no había podido dormir bien durante el transcurso del malestar. En las noches el imsonio en vista de las molestias de la tosedera y la estornudadera estaba acabando con mi paciencia. Cualquier parecido con el personaje de Edward Norton en Fight Club es pura coincidencia. El poco sueño que me llegaba lo lograba conciliar tipo 4:30 am. La programación noctámbula de los canales me la sabia de memoria.
El mal humor en el trabajo al día siguiente era la normal. Y como no estarlo; coño eran tres putas horas de sueño. Tomaba 4 tazas de café (tamaño large, Starbuck style by the way) y aun pasaba la tarde bostezando. A la hora del burro estaba dormitando con los ojos abiertos. Me imagino que la gente decía:
- que concentrado esta el Pacheco desde que cambio de departamento.
Puro cuento, estaba dormido con los ojos abiertos. Eso es una virtud, un don y como tal hay que sacarle provecho.
Mientras menos dormía más insoportable estaba. Malas respuestas era mi día a día. Para salir con patas a la gente, yo mismo era. Me había convertido en el Maestro Zen del mal humor. Ironías, be my guest motherfucker.
Para poder medio soportar las noches apagaba los celulares para que nadie me ladillara con un mensaje o una llamada madrugadora en caso que hubiera conseguido sueño.
Pues resulta que un día por guevon deje el celular prendido. Eran las 12 terminaba de ver Buenas Noches y estaba casi conciliando el sueño después de 1200 miligramos de Acetaminofen extra fuerte con Cafeína (par de pepas de 600) y un Teragrip nocturno en sobre (de esos que dan taquicardia y no son nada recomendables). Esas son las típicas dosis de desesperados cuasi moribundos por la gripe. En eso sonó el celular y me acorde que debí haberlo apagado, ya era muy tarde. Repico 6 veces, vi la pantalla, leí quien era y decidí no atender, ya que pensé que podía esperar al día siguiente. Y pague por fin el bendito aparato.
Para mi desgracia, perdí el sueño. Me toco calarme la programación para noctámbulos que normalmente son una mierda. Series viejas tipo Beverly Hill 20910, películas malas al estilo de Ninja Americano IX, los peores informerciales del universo (el del sacajugo del viejo octogenario papeado es un clásico, el carajo se llama Jake Lalaine o algo así), la iglesia brasileña Pare de Sufrir que representan la salvación para muchas personas de mente corta, etc.
Termine durmiendo esta vez a las 4 am.
Al despertar prendo el cel y el mensaje decía:
- Tengo derecho a replica?
Trate de hilvanar ideas aun bajos los efectos narcóticos de las pepas, las lagañas en los ojos, el moco en la nariz, la flema en la garganta, el sueño perenne y demás vainas que me acompaña en la mañana.
Vi el remitente y pensé.
- que coño de replica, se volvió loca !!
Me bañe no sin antes escupir los pollos verdes que tenia en la garganta motivado a la tos flemática; me vestí y salí para la oficina. Ese mensaje recibido no existía para mis efectos, asumí que era un error.
En la mañana entro a una reunión y tengo el celular en modo vibrar para no interrumpir la misma y repica. Veo quien llama, es la pana del mensaje. Me deja esta vez un voice mail. Sigue pidiendo su derecho a replica y quien soy yo para no dárselo; aunque a que? Me pregunte sin respuesta aparente.
Al salir de la reunión cae otra llamada y esta vez si atiendo. El dialogo, algo así:
- No tenias que someterme al escarnio publico
- De que hablas, replique.
- De tu blog, el relato aquel
- Ese es un ejercicio literario, indique
- Pero esa de la historia soy yo.
- Es probable que hayas sido la inspiración pero lo que esta escrito allí es un ejercicio literario en donde hay muchas cosas inventadas y exageradas para darle un contenido interesante que fomente la lectura.
- Igual tengo derecho a mi replica, insistió.
- Plomo, pero que sea una vaina decente digno de tu intelecto por favor. Finalice.
A las semanas me llega un correo de mi relato con sus observaciones intercaladas con mis párrafos. Algo corto pero al grano con sus sentimientos a flor de piel. Sinceramente espera más, pero igual lo leí, analice y reflexione.
Por supuesto que lo respondí de la mejor manera posible debido a lo importante en que se había convertido la situación; aunque seguía sin entender. Replica a algo que ya habíamos conversado y que se suponía aclarado en vista de que era un ejercicio literario.
Los detalles de mi respuesta no vienen a lugar, pero si fui bastante sincero en participarle que si había cometido un error y le pedía disculpas. Últimamente he cometido errores de escritor rookie que han motivado andar practica y literalmente con un cartel guindando del cuello que dice:
- Disculpa si la he cagado.
A todas esas personas que se han sentido afectadas por algo que he narrado y no me queda sino confirmarles que el núcleo de un relato puede ser tomado de situaciones de la vida real, pero el trasfondo tiene contenido de ficción en forma de prosa y normalmente esta exagerado para darle humor o drama, según convenga al escritor, como buen Puritano(1). De igual manera:
- Sorry again.
A la larga me cure a fuerza de las habituales raciones de pepas y después me lance la cura de sueño que tanto anhelaba.
(1) Nuevo Puritanismo: Proyecto literario surgido a mediados de los noventa que unió a varios escritores ingleses de la Generación X en un libro en común y que se caracteriza por tener un manifiesto de 10 ítems que resalta el hecho de que los relatos sean historias cortas, temas actuales escritos en prosa, núcleo ficticio y de lectura agradable. Se conoce como la respuesta al concepto Dogma 95 creado para el formato cinematográfico liderizado por Lars Von Trier y Thomas Vinterberg. El nombre viene de una canción llamada: All Hail The New Puritans, del grupo punk ingles The Fall. El exponente más conocido del primer y único set de relatos es Alex Garland el autor del bestseller The Beach llevado a la gran pantalla por Danny Boyle, con Leonardo di Caprio como protagonista.
2 comments:
El relato prometia.....creeme que prometia....luego perdio fuerza, como la puta gripe que te dio.
Eso fue un ejercicio literario con un final clasico estilo Coelho, de los que pierden punch al final.
Post a Comment