
Porque un jugador profesional con un contrato garantizado de 130 millones de dólares por 10 años (de los más altos del mundo deportivo sin contar lo que pueda ingresarle por patrocinios comerciales que son unos cuantos millones adicionales) pondría en riesgo su carrera al estar involucrado en un negocio ilegal, turbio y despreciable como las peleas de perro?. Acaso pensó que podría salirse con la suya, que nadie descubriría su participación como un personaje principal en este embrollo.
Este es el caso de Michael Vick mariscal de campo (quarterback) de los Atlanta Falcons unos de los jugadores mas espectaculares y excitantes en los últimos años de la liga deportiva NFL – National Football League. Este jugador destaco desde su años estudiantiles como un quarterback que dominaba el juego por tierra con una mezcla perfecta de mariscal con un corredor de fuerza o runningback. Esta combinación en un solo individuo no es frecuente en futbol americano por no decir que era inexistente hasta su llegada.
Durante toda historia de la NFL quienes han avasallado este deporte se han caracterizado por ser mariscales pasadores, es decir acostumbrados a combinarse con la ofensiva mediante pases aéreos, ya sean cortos o largos a sus recibidores abiertos en corridas profundas. Entre los más destacados podríamos nombrar a Joe Montana de los 49ers de San Francisco (por sus triunfos en el Super Bowl a mediados de los ochenta y sus premios MVP), Dan Marino de los Miami Dolphins (por sus record individuales, más no por su desempeño en las rondas finales), Brett Favre de los Green Bay Packers (durabilidad y capacidad de liderazgo), Peyton Manning de los Indianápolis Colts (su sabiduría y control del juego en todas sus facetas), John Elway de los Denvers Broncos (perseverancia antes las dificultades), Tom Brady de los New England Patriots (con su lema de la importancia de mover las cadenas y sus triunfos contra todo pronostico).
El común denominador de todos ellos eran sus brazos precisos, poderosos, certeros, educados, eficientes y con durabilidad. De allí sus éxitos tanto individuales como colectivos (salvo el caso de Marino que nunca logro ser campeón, pero que fijo registro en la liga de larga duración).
Lo que sucedió con el arribo de Michael Vick a la NFL fue una apuesta a un jugador con un estilo de juego diferente, innovador, vistoso, de nueva generación a la cual la liga, los patrocinadores y los Falcons se arriesgaron. Si a esto le agregamos el factor interracial que ayudo a incrementar su fama debido a las expectativas reales de convertirse en un futuro Tiger Woods rompiendo el esquema de mariscales de campo de raza blanca siendo una respuesta a las plegarias de los afroamericanos. Antes de la llegada de Tiger vale destacar que el tour de la PGA era prácticamente exclusivo para hombres caucásicos exceptuando a Vijay Singh pero este es originario de la Islas Fiji no estadounidense.
El impacto al ingresar a la liga fue inmediata logrando llevar a una franquicia de un mercado pequeño, destinada a fracaso sucesivos, como fueron los Falcons a nuevos niveles de popularidad gracias a su imagen de deportista integral, espectacular en sus jugadas, surgido de las minorías y con sus triunfos deportivos. En sus primeros años logro clasificar a su equipo a los playoff algo que no lograban desde hace mucho tiempo y meterlos en una final de conferencia.
Lo que ignoraban los fanáticos, la dueños de equipo, sus compañeros jugadores de los Falcons y de otros equipos, el comisionado de la liga, el publico en general era su implicación en el mundo ilícito de las peleas de perros, proceso en el que se declaro culpable recientemente con la finalidad de lograr un acuerdo que disminuya su sentencia. Se comenta que con el dinero de sus primeros contratos profesionales (tanto de equipo como de patrocinadores tan grandes como Nike) habría invertido una parte en adquirir amplias instalaciones donde se dedicaban a criar, entrenar y preparar a los pitbulls para las mencionadas contiendas prohibidas, sacrificando a los animales que no daban la talla ahogandolos en unas piscinas luego de haber sido previamente ahorcardos. Las apuestas ilegales formaban parte de todo el negocio y de igual manera él intervenía directamente. Sus socios y administradores de este criadero oculto detrás de una seguridad reforzada eran individuos de su entorno personal con registros delictivo.
De ser definitivamente culpable al momento del juicio corre el riesgo de ser metido a la cárcel por un periodo mínimo de un (01) año que pudiera llegar hasta los cinco (05) si el juez así lo decide ya que tiene sólidas evidencias y testigos que van a declarar en su contra. Su futuro profesional en la liga de futbol americano esta en entredicho ya que la confianza de los propietarios y fanáticos hacia su figura hoy día esta por el suelo. Campañas en contra del jugador por medio de las organizaciones protectoras de animales ya comenzaron a rodar apenas se determino su implicación en este asunto. Solamente el tiempo diría si las masas perdonan su comportamiento delictivo y le dan la oportunidad de redimirse en el campo de juego después de pagar la condena que es poco probable que su dinero y abogados logren evitar.
Este es el caso de Michael Vick mariscal de campo (quarterback) de los Atlanta Falcons unos de los jugadores mas espectaculares y excitantes en los últimos años de la liga deportiva NFL – National Football League. Este jugador destaco desde su años estudiantiles como un quarterback que dominaba el juego por tierra con una mezcla perfecta de mariscal con un corredor de fuerza o runningback. Esta combinación en un solo individuo no es frecuente en futbol americano por no decir que era inexistente hasta su llegada.
Durante toda historia de la NFL quienes han avasallado este deporte se han caracterizado por ser mariscales pasadores, es decir acostumbrados a combinarse con la ofensiva mediante pases aéreos, ya sean cortos o largos a sus recibidores abiertos en corridas profundas. Entre los más destacados podríamos nombrar a Joe Montana de los 49ers de San Francisco (por sus triunfos en el Super Bowl a mediados de los ochenta y sus premios MVP), Dan Marino de los Miami Dolphins (por sus record individuales, más no por su desempeño en las rondas finales), Brett Favre de los Green Bay Packers (durabilidad y capacidad de liderazgo), Peyton Manning de los Indianápolis Colts (su sabiduría y control del juego en todas sus facetas), John Elway de los Denvers Broncos (perseverancia antes las dificultades), Tom Brady de los New England Patriots (con su lema de la importancia de mover las cadenas y sus triunfos contra todo pronostico).
El común denominador de todos ellos eran sus brazos precisos, poderosos, certeros, educados, eficientes y con durabilidad. De allí sus éxitos tanto individuales como colectivos (salvo el caso de Marino que nunca logro ser campeón, pero que fijo registro en la liga de larga duración).
Lo que sucedió con el arribo de Michael Vick a la NFL fue una apuesta a un jugador con un estilo de juego diferente, innovador, vistoso, de nueva generación a la cual la liga, los patrocinadores y los Falcons se arriesgaron. Si a esto le agregamos el factor interracial que ayudo a incrementar su fama debido a las expectativas reales de convertirse en un futuro Tiger Woods rompiendo el esquema de mariscales de campo de raza blanca siendo una respuesta a las plegarias de los afroamericanos. Antes de la llegada de Tiger vale destacar que el tour de la PGA era prácticamente exclusivo para hombres caucásicos exceptuando a Vijay Singh pero este es originario de la Islas Fiji no estadounidense.
El impacto al ingresar a la liga fue inmediata logrando llevar a una franquicia de un mercado pequeño, destinada a fracaso sucesivos, como fueron los Falcons a nuevos niveles de popularidad gracias a su imagen de deportista integral, espectacular en sus jugadas, surgido de las minorías y con sus triunfos deportivos. En sus primeros años logro clasificar a su equipo a los playoff algo que no lograban desde hace mucho tiempo y meterlos en una final de conferencia.
Lo que ignoraban los fanáticos, la dueños de equipo, sus compañeros jugadores de los Falcons y de otros equipos, el comisionado de la liga, el publico en general era su implicación en el mundo ilícito de las peleas de perros, proceso en el que se declaro culpable recientemente con la finalidad de lograr un acuerdo que disminuya su sentencia. Se comenta que con el dinero de sus primeros contratos profesionales (tanto de equipo como de patrocinadores tan grandes como Nike) habría invertido una parte en adquirir amplias instalaciones donde se dedicaban a criar, entrenar y preparar a los pitbulls para las mencionadas contiendas prohibidas, sacrificando a los animales que no daban la talla ahogandolos en unas piscinas luego de haber sido previamente ahorcardos. Las apuestas ilegales formaban parte de todo el negocio y de igual manera él intervenía directamente. Sus socios y administradores de este criadero oculto detrás de una seguridad reforzada eran individuos de su entorno personal con registros delictivo.
De ser definitivamente culpable al momento del juicio corre el riesgo de ser metido a la cárcel por un periodo mínimo de un (01) año que pudiera llegar hasta los cinco (05) si el juez así lo decide ya que tiene sólidas evidencias y testigos que van a declarar en su contra. Su futuro profesional en la liga de futbol americano esta en entredicho ya que la confianza de los propietarios y fanáticos hacia su figura hoy día esta por el suelo. Campañas en contra del jugador por medio de las organizaciones protectoras de animales ya comenzaron a rodar apenas se determino su implicación en este asunto. Solamente el tiempo diría si las masas perdonan su comportamiento delictivo y le dan la oportunidad de redimirse en el campo de juego después de pagar la condena que es poco probable que su dinero y abogados logren evitar.
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