
Siempre recuerdo la primera vez que vi Trainspotting en el cine Corpoindustria de Maracay. En esa época era el único teatro en donde pasaban películas de autor, cine de bajo presupuesto, filmes innovadores de directores no taquilleros y poco conocidos en la mayoría de los casos. Fue a finales de 1996 recién había pasado la barrera de los veinte años.
No tenia muchas referencias de Danny Boyle el director de la película ya que su trabajo anterior Shallow Grave (Tumbas al ras de la tierra) no la había visto. Me encontraba allí porque había leído en el diario El Siglo una reseña que comentaba la crudeza del largometraje al tratar el abuso de las drogas en la juventud. Supuse que era ya una temática trillada, nada novedosa, otra cinta al estilo Pulp Fiction de Tarantino, True Love de Scott o Natural Born Killers de Stone que se habían estrenaron previamente en esa década. Craso error.
En vista de esos argumentos me dirigí al cine, compre los boletos y nada más al empezar me di cuenta que estaba en presencia de una puesta en pantalla completamente diferente a lo que había visto hasta la fecha. Es cierto que existe filmes anteriores que relatan el abuso de la drogas y el alcohol por ejemplo Leaving Las Vegas, con Nick Cage en el asunto de la bebida, pero con la forma narrativa con que este director trabajo el libro de culto de Irvine Welsh (exadicto a la heroína y con gran éxito comercial en Gran Bretaña) de la mano de la adaptación del guionista John Hodge le dio ese toque de originalidad para un film de este genero.
Por cierto hay otra cinta inglesa basado en un texto corto de Welsh llamada The Acid House, en donde el guión cinematográfico si es 100% de él, asimismo es importante destacar que Irving aparece en Trainspotting con el personaje de Mikey Forrester un vendedor de drogas frecuentado por los protagonistas.
Todo empieza con la persecución de Mark Renton (Ewan Mc Gregor su actor fetiche), Spud (Ewen Bremner) y Sick Boy (Jonny Lee Miller) por parte de la policía luego de robarse unos CD en una discotienda. Todo esto al ritmo de la música de un desconocido cantante para mi en ese momento llamado Iggy Pop con el tema Lust for life. Pop es un pionero del punk rock antes que The Ramones o Sex Pistols llevaran el genero a las masas a ambos lados del Atlántico respectivamente. Vaya manera de comenzar el film. Imagínense eso mezclado con una voz en off de Renton que dice:
“Choose life, Choose a job, Choose a career, Choose a family …....
But why would I want to do a thing like that. I chose not to choose life. I chose something else, and the reasons? There are no reasons. Who needs reasons when you’ve got heroin?”
"Elegir la vida, elegir un trabajo, elegir una carrera, elegir a familia .......Pero porqué desearía hacer una cosa como eso. Elegí no elegir vida. ¿Elegí algo más, y las razones? No hay razones. Quién necesita razones cuando tienes heroína?"
La película es acerca de las aventuras y desventuras del proceso de desintoxicación de Mark Renton y su decisión por vivir una vida decente lejos de las tentaciones que provienen del mundo de las drogas, específicamente de la heroína como un estimulante hardcore. La interacción con su grupo de amigos junkies y la autodestrucción de los mismos a lo largo de del filme forman parte de la trama central. Todo manejado de forma brillante por Boyle con sus respectivos toque de humor, drama y peligro. En la escena del “Peor baño de Escocia” que surge producto de buscar una ultima dosis suministrada por Mikey antes de asumir su periodo de abstinencia, Renton se sumerge dentro de una poceta con la finalidad de conseguir los supositorios de opio que por causas fisiológicas había expulsado es toda una pieza magistral de imaginación y creatividad.
Una de las cosas resaltantes del filme es tener una banda sonora ecléctica en su variedad muy ajustada con lo que se esta presentando en pantalla. Por ejemplo en la escena de la sobredosis de Mark en donde la “Madre Superiora” lo envía en taxi hasta el hospital todo transcurre al ritmo de la canción Perfect Day de Lou Reed, una completa ironía para lo que esta ocurriendo en ese momento. Igualmente sucede con el inicio al ritmo de Iggy y sobretodo con el final al compás del grupo electrónico Underworld y su famoso Born Slippy que impacta por su chill del comienzo (aquí también esta sincronizada con la escena final al instante de la fuga en la oscuridad y el aumento a medida que se intensifica la emoción de la evasión) hasta llegar a beats más repetitivos y eléctricos para el momento de los créditos.
Para muchas personas que desconocían la música electrónica, este largometraje se convirtió en un punto de partida, el antes y después. Forma parte del legado que Trainspotting ha dejado en el tiempo.
Al final de todo y a pesar de ser una mala persona, Renton decidió vivir y ser como uno de nosotros.
No tenia muchas referencias de Danny Boyle el director de la película ya que su trabajo anterior Shallow Grave (Tumbas al ras de la tierra) no la había visto. Me encontraba allí porque había leído en el diario El Siglo una reseña que comentaba la crudeza del largometraje al tratar el abuso de las drogas en la juventud. Supuse que era ya una temática trillada, nada novedosa, otra cinta al estilo Pulp Fiction de Tarantino, True Love de Scott o Natural Born Killers de Stone que se habían estrenaron previamente en esa década. Craso error.
En vista de esos argumentos me dirigí al cine, compre los boletos y nada más al empezar me di cuenta que estaba en presencia de una puesta en pantalla completamente diferente a lo que había visto hasta la fecha. Es cierto que existe filmes anteriores que relatan el abuso de la drogas y el alcohol por ejemplo Leaving Las Vegas, con Nick Cage en el asunto de la bebida, pero con la forma narrativa con que este director trabajo el libro de culto de Irvine Welsh (exadicto a la heroína y con gran éxito comercial en Gran Bretaña) de la mano de la adaptación del guionista John Hodge le dio ese toque de originalidad para un film de este genero.
Por cierto hay otra cinta inglesa basado en un texto corto de Welsh llamada The Acid House, en donde el guión cinematográfico si es 100% de él, asimismo es importante destacar que Irving aparece en Trainspotting con el personaje de Mikey Forrester un vendedor de drogas frecuentado por los protagonistas.
Todo empieza con la persecución de Mark Renton (Ewan Mc Gregor su actor fetiche), Spud (Ewen Bremner) y Sick Boy (Jonny Lee Miller) por parte de la policía luego de robarse unos CD en una discotienda. Todo esto al ritmo de la música de un desconocido cantante para mi en ese momento llamado Iggy Pop con el tema Lust for life. Pop es un pionero del punk rock antes que The Ramones o Sex Pistols llevaran el genero a las masas a ambos lados del Atlántico respectivamente. Vaya manera de comenzar el film. Imagínense eso mezclado con una voz en off de Renton que dice:
“Choose life, Choose a job, Choose a career, Choose a family …....
But why would I want to do a thing like that. I chose not to choose life. I chose something else, and the reasons? There are no reasons. Who needs reasons when you’ve got heroin?”
"Elegir la vida, elegir un trabajo, elegir una carrera, elegir a familia .......Pero porqué desearía hacer una cosa como eso. Elegí no elegir vida. ¿Elegí algo más, y las razones? No hay razones. Quién necesita razones cuando tienes heroína?"
La película es acerca de las aventuras y desventuras del proceso de desintoxicación de Mark Renton y su decisión por vivir una vida decente lejos de las tentaciones que provienen del mundo de las drogas, específicamente de la heroína como un estimulante hardcore. La interacción con su grupo de amigos junkies y la autodestrucción de los mismos a lo largo de del filme forman parte de la trama central. Todo manejado de forma brillante por Boyle con sus respectivos toque de humor, drama y peligro. En la escena del “Peor baño de Escocia” que surge producto de buscar una ultima dosis suministrada por Mikey antes de asumir su periodo de abstinencia, Renton se sumerge dentro de una poceta con la finalidad de conseguir los supositorios de opio que por causas fisiológicas había expulsado es toda una pieza magistral de imaginación y creatividad.
Una de las cosas resaltantes del filme es tener una banda sonora ecléctica en su variedad muy ajustada con lo que se esta presentando en pantalla. Por ejemplo en la escena de la sobredosis de Mark en donde la “Madre Superiora” lo envía en taxi hasta el hospital todo transcurre al ritmo de la canción Perfect Day de Lou Reed, una completa ironía para lo que esta ocurriendo en ese momento. Igualmente sucede con el inicio al ritmo de Iggy y sobretodo con el final al compás del grupo electrónico Underworld y su famoso Born Slippy que impacta por su chill del comienzo (aquí también esta sincronizada con la escena final al instante de la fuga en la oscuridad y el aumento a medida que se intensifica la emoción de la evasión) hasta llegar a beats más repetitivos y eléctricos para el momento de los créditos.
Para muchas personas que desconocían la música electrónica, este largometraje se convirtió en un punto de partida, el antes y después. Forma parte del legado que Trainspotting ha dejado en el tiempo.
Al final de todo y a pesar de ser una mala persona, Renton decidió vivir y ser como uno de nosotros.
No comments:
Post a Comment